AGUA VA

Débora Lachter · Gabriela Maiarú
“...hay tantos Ríos de la Plata como discursos se profieren sobre él. El fragmento de Heráclito, No se entra dos veces en el mismo río, y aún la variante radical de uno de sus discípulos, Nadie entra nunca en ningún río, podría admitir, para la circunstancia, una versión más adecuada: cada uno trata de entrar, infructuoso, como en un sueño, en su propio río”.

JUAN JOSÉ SAER

No se puede volver a Saint Tropez


Nuestro proyecto se propone como una performance en la cual se entrecruzan el archivo, el audiovisual, la poesía, la fotografía y la canción para reflexionar acerca de la imposibilidad de acercar la playa al río de Buenos Aires.

Partimos de la figura del palimpsesto, como superficie escrita que conserva huellas de una escritura anterior que fue borrada. Nos acercarnos a la playa Saint Tropez, que en la década de 1960 fue un balneario muy popular de la costa norte porteña, y que hoy vuelve a existir, desterritorializado, como una playa de arena artificial desplazada de la costa,  equipada con decenas de duchas que surcan los caminos que sirven para transitar la arena.

La costa asoma hoy a un lugar inhabitado, inhabitable, abandonado. La antigua playa no existe, quedan los restos de una infraestructura derruida, tierra y piedras apelmazadas, adonde el agua sucia no encuentra dónde drenar.

Llegamos entonces a formular como problema el hecho de volver a la playa donde pueden aparecer los desaparecidos.

Lo fantasmal, gente arrojada al río, la marea que trae los cadáveres, un tema recurrente.

De Genette,  Deleuze y Guattari, pasando por Perlongher y Viel Temperley, la niebla como motivo para pensar lo que insiste y los zombies –los muertos vivos, los desaparecidos-, el agua sucia –¿cómo se limpia tanta mugre?- de la costa porteña, el Río de la Plata y el Riachuelo.

La paradoja de seguir llamando Saint Tropez a esa playa artificial, en esta ficción de río, frente a Tierra Santa, junto al Parque de la Memoria. 

Una playa sobre otra playa, sobre otra playa.